Hacía tiempo que no fotografiábamos una boda en la Antigua Fabrica de Harinas, en Torremocha del Jarama. Este año por fin volvíamos a esta preciosa finca para bodas, de la mano de Sandra y Fernando.

Sus espectaculares jardines fueron testigos de la ceremonia civil. Entre lágrimas y sonrisas, algunos amigos y las hermanas de ambos leyeron unas palabras para ellos. Palabras que poco a poco fueron emocionando a cada uno de los que allí estábamos. Nos encantan las bodas así, llenas de emoción y muy muy familiares.

Boda en la Antigua Fabrica de Harinas

La mañana de la boda nos acordamos de una conversación que tuvimos con Sandra para ultimar los últimos detales. Ella nos preguntó preocupada: ¿Y si llueve?…

No hizo falta buscar un plan b,  porque aquella mañana amaneció con un sol radiante. Además, el cielo azul y las preciosas Wisterias violetas del jardín se convirtieron en el escenario perfecto para celebrar la boda en la Antigua Fabrica de Harinas.

Mientras Sandra se preparaba para la sesión de maquillaje, aprovechamos para ir a la habitación del novio. Allí nos esperaba Fernando con sus padres, a punto para empezar a vestirse. Su padre pegaba en los zapatos el «Me Too» y su madre terminaba de colocar la ropa.

Fernando estaba un poco nervioso, pero sin duda se notaba que quería disfrutar cada momento de ese día. Faltaba muy poco para encontrarse con Sandra por fin y además lo iban a hacer rodeado de los familiares y amigos más importantes para ellos.

A pocos metros estaba la habitación de la novia, con un bonito balcón desde el que podía ver a sus invitados según iban llegando.

Su madre había estabo planchando el vestido y era el momento de ponérselo por fin.

Emocionada, su hermana le ayudó tambien en ese momento, y al verla vestida nos fijamos que las lágrimas brotaban de sus ojos. Fue un momento cargado de sensibilidad y ternura, pero no sería el único del día…

Ceremonia civil en la Antigua Fabrica de Harinas

Desde el balcón de Sandra pudimos ver a Fernando avanzar hacia la ceremonia. Instantes después, la novia inició también el camino hacia el altar, del brazo de su hermano. Una mirada brillante y un beso lento y sentido fue el recibimiento del novio. La ceremonia pasó volando; las lecturas cargadas de anécdotas que contaron los amigos y las de sus hermanas fueron de lo más especial que vivieron los novios en su día. También fue realmente inolvidable cuando los novios se leyeron unas palabras el uno al otro. Tras el sí, quiero, llegó la ceremonia de las velas.

Como fotógrafos de boda, nos apasiona fotografiar ceremonias de boda poco convencionales; que nos sorprendan.

Los novios disfrutaron mucho con nosotros durante la sesión de fotos de pareja… Fue relajante pasear por los jardines. A la vuelta, los invitados ya estaban disfrutando del cocktail, y los responsables de Vatelia Catering, ya tenían todo a punto para que los invitados y el recién matrimonio disfrutaran de una comida realmente exquisita.

Opiniones de Vatelia Catering

De hecho, no podemos pasar por alto el buen trato de todo el equipo del Catering Vatelia hacia nosotros. Agradecerle a Rory la buena disposición en todo momento. Da gusto trabajar así.

Los novios nos trataron también como unos invitados desde el principio. Para nosotros llegar a tener la complicidad a la que llegamos con las parejas hace que vivamos las bodas desde dentro, siendo parte activa de su día.

Cuando llegó la comida disfrutamos igualmente del menú que había preparado el Catering. Todo estaba delicioso.

La pareja quiso dar algunas sorpresas a los invitados. Unas fotografías que realizamos durante la preboda fue el regalo que hicieron a madres y abuelos. Me pareció una manera ideal de tener un detalle distinto y original en una boda. Para nosotros las prebodas son una buena forma de coger confianza con las parejas, si además pueden usar las imágenes para algo tan especial nosotros estamos encantados.

Otro de los momentos más bonitos fue cuando Sandra entregó por sorpresa el ramo a su hermana. Su cara de asombró fue un momentazo,

Igualmente los novios fueron sorprendidos con un video con fotografías y con la actuación en directo de un grupo de canto Andino.

Después, el volumen de la música comenzó a subir y empezó la fiesta. Todo el mundo disfrutó y bailó durante horas.

Antes de recoger todo el equipo, miramos lo bonito que estaban los jardines de la finca de noche. Perfectamente iluminados. Aprovechamos para hacer las últimas fotos con los novios.

Dejábamos atrás una gran boda en una de nuestras fincas favoritas. Lo tenemos comprobado, celebrar una boda en la Antigua Fabrica de Harinas es garantía de que todo saldrá de 10. Almudena se encarga siempre de que cada detalle esté perfectamente coordinado. Mil gracias a ella también por hacer que nos sintamos siempre tan cómodos cuando regresamos.

Os dejamos un resumen de lo que fue la boda de Sandra y Fernando, esperamos que os guste.