Cuando Alberto de la Fuente me dijo que si le acompañaba por tierras Sorianas para fotografiar la boda de Irene y Javier no me lo pensé dos veces.
Tenía muchas ganas de un viaje así, dos fotógrafos y carretera para charlar tranquilamente. Es verdad que vamos a trabajar, pero cuando te gusta realmente lo que haces disfrutas más de cada momento. Esta era una oportunidad única para compartir una buena experiencia y pasárnoslo bien desde que nos montamos en el coche.
Me contó que en el pueblo de los novios hacía 50 años que no se casaba nadie, por lo que todos los vecinos estaban revolucionados con el evento. Además al ir vimos los espectaculares campos de girasoles en los que el novio quería que centraramos la sesión de pareja, sin olvidarnos de la Ermita de San Baudelio, preciosa, íntima y con una luz mágica… A todo esto hay que sumar que el sitio de la celebración estaba al lado del Castillo de Berlanga impresionante de día y muy bien iluminado de noche, no pudimos resistirnos a fotografiar a los amigos en la última foto de la noche.
Un viaje único, en lo fotográfico y en lo personal. Espero que os guste!!