Rosa había organizado con tanto cariño cada detalle de su enlace que desde el minuto cero supimos que quedaría una boda de 10. Pensó en una habitación ideal para maquillarse, en el Hotel Santo Mauro, muy cerca de la iglesia San Fermín de los Navarros, donde se realizó la boda. Sus damas de honor iban vestidas del mismo color y dejó preparada en la chaqueta de Josué una carta escrita por ella para que él la leyera antes de la ceremonia. También acertaron con el impresionante coche que ellos mismos condujeron hasta el altar, contrataron a un saxofonista para que tocara a la entrada de la cena, que tuvo lugar en el Pabellón Ondarreta, en la Casa de Campo. Así, todo fue sumando para completar una boda de ensueño. Ella iba radiante con su vestido de Rosa Clará; y él, muy elegante, sonriente y emocionado disfrutó cada minuto de aquel día. Las fotos que realizamos en la sesión de pareja reflejan la enorme conexión y magnetismo que hay entre ellos… quedaron así de espectaculares.