De la fiesta de las bodas siempre surgen grandes momentos para fotografiar: hay movimiento, risas, situaciones de emoción y alegría… la de Patri y Manu estuvo divertidísima. El novio preparó un baile a lo Michael Jackson, todos los invitados bailaron hasta el amanecer y no hubo quién se resistiera a unirse a la conga. Ya habían pasado los nervios de un día muy intenso. Ambos se vistieron en el Palacio de los Velada, la suite que eligió la novia daba mucho juego para las fotos. Fue impactante verla con su vestido de Aire Barcelona. Su madre y sus amigas más íntimas se emocionaron muchísimo al contemplarla tan radiante.
Manu eligió a su padre y hermano para acompañarle en el momento de ponerse su elegante traje. Los tres disfrutaron tranquilos de aquel momento irrepetible.
La celebración de la ceremonía religiosa se realizó en la Iglesia de San Pedro, que fue testido además de la llegada de la novia en un impresionante coche antiguo. Entre las paredes de la iglesia sonó grandiosa la canción «Yo te prometo amor eterno», de Il Divo que recitaron a capela para ellos. Al escucharla, los novios no pudieron reprimir las lágrimas de emoción.
Después de la ceremonia, antes de que salieran los novios de la iglesia, aprovechamos el rosetón de la fachada para hacer una foto a contraluz de la pareja. El soleado día nos permitió hacer unas fotos totalmente diferentes a las que habíamos hecho una semana antes durante una lluviosa sesión de preboda. Muchas de ellas las realizamos cerca de El Lienzo Norte, donde todos los invitados disfrutaron de la fiesta con unas vistas espectaculares a la ciudad amurallada.